El centro arqueológico llamado Sondor. (Foto: Cortesía Geolocation.ws)
Los
Chankas no necesitaron poner más belleza pues sus valles y montañas lo tenían
todo para sus ojos.
Los
Chankas, antiguos pobladores de estas tierras nunca necesitaron crear
portentosas obras de ingeniería ni grandes palacios o templos para sus
gobernantes y sacerdotes, es más ni siquiera presentan una planificación
ordenada en la construcción de sus viviendas
No
necesitaron poner más belleza pues sus valles y montañas lo tenían todo para
sus ojos, desde el agua que venía del cielo y el río hasta los frutos de una
fértil tierra que podía alimentar a todos si se la trabajaba y respetaba como
correspondía.
A
tan solo 4 Km., siguiendo la carretera a Kakiabamba se encuentra un centro
arqueológico llamado Sondor. Nos referimos a este conjunto de construcciones
con fines, residenciales, religiosos y administrativos construidos durante el
dominio Inka luego de ser vencido Anccohuayllo, el valiente general Chanka y
sus miles de bravos guerreros por las tropas del joven Inca Yupanqui llamado
después de su victoria: Pachacutec.
Destaca
en este complejo una especie de pirámide cónica, rodeado de terrazas y laderas
que se confunden con andenes. Para llegar a su parte superior se asciende por
una escalinata de 120 m. de longitud y 1.80 m de ancho con descansos entre las
gradas de piedra.
Allí
en lo alto se encuentra un circulo dentro del cual se yergue una saliente
rocosa natural considerado como Inti Huatana (reloj solar inka). A los ojos de
un observador que haya leído en la historia del Perú sobre la extirpación de
idolatrías Muyu Muyu, como se llama este monte, es un adoratorio destruido por
orden de los curas pero que aún deja entrever en su cima un lugar sacro para
los Inkas.
Fuente:
Amigo Tour
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