Restos de lo
que fue un lugar de culto de la cultura Wari se encuentran a 7 kilómetros al
noreste de la capital de Áncash
Entre los
años 600 y 900 d.C. existió un lugar de culto perteneciente a la cultura Wari,
hoy conocido como el Complejo Arqueológico Willkawaín, ubicado a unos 7
kilómetros al noreste de la ciudad de Huaraz.
“Este
complejo sirvió para mantener un vínculo entre los vivos y los muertos. E
inclusive hoy la gente local tiene mucho respeto a las tumbas de sus ancestros
porque ellos enterraban a sus muertos dentro de esas cámaras”, cuenta Guillermo
Orellana, arqueólogo del Ministerio de
Cultura.
Según cuenta
el especialista, los antepasados veneraban a sus momias mediante significativas
ofrendas a cambio de muchos beneficios quizás relacionados al factor climático
en época de sequías para mayor producción agrícola.
El callejón
de Huaylas guarda entre sus montañas importantes complejos arqueológicos y uno
de ellos es precisamente Willkawaín. A uno 600 metros de este lugar se
encuentra un conjunto de chullpas llamado Ichic Willkahuaín. Estas chullpas
poseen formas y tamaños distintos, lo cual explica que hubo diferencias y
rangos entre los mallquis o momias.
Ichik
Willkawaín y Willkawaín fueron parte de un gran conjunto arqueológico, de un
centro poblado.
Para
Orellana existen evidencias de que las cámaras funerarias que hay dentro de las
chullpas fueron utilizadas de forma distinta: las grandes se emplearon para
depositar a los muertos y las pequeñas para depositar ofrendas.
Orellana
señala su preocupación porque durante años las chullpas más grandes fueron
saqueadas. “En la antigüedad debieron haber albergado mayores ofrendas, así
como momias más importantes, por tanto la importancia del contenido que debió
de haber tenido es regular y debe de haber sido muy valioso”, indica.
En el
complejo ceremonial se encuentran estructuras que sirvieron como residencias.
Se puede ver, por ejemplo, un patio central con banquetas provistas con un
canal de drenaje y un batán para moler alimentos. Estas estructuras fueron
desmontadas al momento de su abandono y sepultadas a manera de ritual cuando
los gobernantes Wari
perdieron poder.
Cerca de
estos conjuntos se ubican las que fueron las áreas residenciales que se
levantaban alrededor de las zonas sagradas o ceremoniales. El recorrido por la
zona culmina en el Museo de Áncash, donde se encuentran más de cien piezas
halladas durante las excavaciones.
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